A menudo un comportamiento tiene más efecto que cien frases.
- UN 30% DE LAS PERSONAS OPTIMISTAS, TIENEN UN INGREDIENTE ADICIONAL. POSEEN UNA FUERZA INTERIOR QUE LAS CIENCIAS Y MEDICINA ORIENTALES DENOMINAN “VIBRACIONES”, O “ENERGÍAS POSITIVAS” CON CAPACIDAD DE TRASCENDER, DE TRASPASAR, DE CONTAGIAR. DE MEJORAR SU PROPIO ENTORNO Y EL DE LOS DEMAS.
- “CADA UNO DE NOSOTROS HA RECIBIDO DONES, CUALIDADES, TALENTOS PERSONALES, QUE TIENE DERECHO Y DEBER DE CULTIVAR Y PERFECCIONAR, TENIENDO EN CUENTA QUE MIS ACCIONES REPERCUTEN EN LOS DEMÁS”, SEÑALA LA ESPECIALISTA EN MEDICINA, MENTE Y CUERPO.
- LO IMPORTANTE ES QUE QUIENES TIENEN LA “BUENA VIBRA”, ESA “ENERGÍA POSITIVA QUE DESBORDA”, PUEDA VOLCARLA SOBRE QUIENES TIENE A SU LADO O CON QUIENES TENGA LA POSIBILIDAD DE INTERACTUAR, CON EL FIN DE GENERAR UNA ATMÓSFERA LLENA DE PAZ, ARMONÍA, ALEGRÍA Y MUCHA SALUD.
- MIRA A TU ALREDEDOR A QUIEN GOZA DE OPTIMISMO, ACTITUD POSITIVA ANTE LA VIDA, ¡A QUIEN SONRÍE, A QUIEN TE SALUDA CORDIALMENTE, A QUIEN TE EXTIENDE SIEMPRE UN ABRAZO, A QUIEN TE ESCUCHA Y TE MIRA A LOS OJOS! LA “BUENA VIBRA” TRAE ARMONÍA, UN AMBIENTE SALUDABLE Y ALEJA EL PESIMISMO, LA DEPRESIÓN, EL ESTRÉS Y LAS ENFERMEDADES.
¿Sabías que tu optimismo o energía positiva te permite alejar por lo menos una decena de enfermedades? Desde virosis, gripes, jaquecas, hasta la artritis, la diabetes, los problemas del corazón…incluso el estrés, se sabe, que le hace el quite a tu buen humor.
Pero no sólo enfermedades son ahuyentadas por una “mentalidad positiva”. Las buenas energías, bien capitalizadas, se sabe que traen paz, armonía, felicidad y prosperidad.
Diversos estudios hechos en personas que llegaron a los 100 años de edad encontraron que en todos ellos el optimismo y una actitud positiva ante la vida, fueron una constante y claves para avanzar en su longevidad esquivando o superando las enfermedades. Y un dato más, en el 80% de ellos se encontró como característica, “el buen humor”.
Se estima que un 30% de las personas optimistas, tienen un ingrediente adicional. Poseen fuerza interior que las ciencias y medicina oriental denominan “vibraciones”, o energías con capacidad de trascender, de traspasar, de contagiar.
“Este principio de vibración abarca no sólo la materia, sino la mente y aún el mismo espíritu, por lo tanto no podemos estar ajenos de que nuestras acciones, actitudes, pensamiento y obras influyen en la vida de los demás y en la conciencia universal”,señala la doctora Sandra Losada, coordinadora de Medicina, Mente y Cuerpo, del Centro Médico Imbanaco.
Según la doctora Losada, la “vibración”, es el movimiento interno de los electrones alrededor del átomo, que tiene cada célula, cada ser, cada animal o cosa que se encuentra en el universo. “Esta vibración la comparte desde un pequeño organismo unicelular hasta los astros del universo”, dice.
El concepto Vibración, explica la médica, ya era conocido por las culturas antiguas. Los hindúes la llamaron Prana y los Japoneses CHI KI. Los egipcios y griegos la llamaban Neuma, desde donde se dio a conocer por medio del gran sabio y maestro Hermes Trimegistro, en sus enseñanzas del Kybalión, sobre los 7 principios de verdad del Universo.
Según los especialistas, una persona con buenas vibraciones tiene la capacidad no sólo de generar una “aura” protectora para sí misma, sino que puede modificar “para bien”el entorno de quienes lo rodean o comparten consigo.
“La vibración de todo cuerpo puede ser captada entre unos y otros, pues estamos dotados de un campo electromagnético que rodea a cada ser, y que está compuesto por numerosas líneas de fuerzas, que se modifican con cambios del entorno”,agrega la médica coordinadora de Medicina Mente y Cuerpo, del Centro Médico Imbanaco.
“Cada uno de nosotros - enfatiza y continua - ha recibido dones, cualidades, talentos personales, que tiene derecho y deber de cultivar y perfeccionar, pues nada más equivocado que vivir, interactuar, amar, servir, educar con criterio individualista y egoísta enfocado a mi propio bienestar sin tener en cuenta que mis acciones repercuten en los demás”.
Según la especialista, la vanidad, el orgullo, el egoísmo y el individualismo, no permiten descubrir en nuestro interior las fallas que fácilmente vemos en los demás, “pues permanecemos justificando nuestras acciones excusándonos de que así somos y el que nos quiera, pues debe querernos como somos”
Si el individuo experimenta emociones como la ira, el odio, la preocupación, el miedo, el egoísmo, la tristeza, se emana una energía negativa que no soloagotaal propio individuo,sino a todos los que lo rodean.
Lo importante es que quienes tienen la “buena vibra”, esa “energía positiva que desborda”, pueda volcarla sobre quienes tiene a su lado o con quienes tenga la posibilidad de interactuar, con el fin de generar una atmósferallena de paz, armonía, alegría y mucha salud.
Luz, Amor, bendiciones
In Lak Ech
Uuk Men Luum