Hoy en día tenemos evidencia “científica” que sugiere
convincentemente que el cosmos –”el mundo de las esferas”—tiene una influencia
en la psicobiología humana. Y la clave
para entender esta “influencia”, no ya sólo desde el plano simbólico de la
astrología, es la glándula pineal, ese gran misterio de la psique.La
posibilidad de que nuestro estado de ánimo e incluso nuestro estado de salud
general se vea afectado por una emanación de partículas energéticas en el Sol
hace algunos años le habría parecido como una aberración o un anatema a la
mayoría de los científicos; hace cientos de años, les habría parecido como algo
completamente natural e ineludible. Hoy en día algunos estudios, y sobre todo
un entendimiento del funcionamiento de los campos magnéticos y de la glándula
pineal, muestran claramente que las llamadas tormentas solares inciden en
nuestro estado de ánimo y en nuestro comportamiento.
Es el sistema endocrino, el
portal que une lo físico de la materia vital y con los reinos de la energía
luminosa . Es así como esta fusión química al ingresar al torrente sanguíneo
producen un aumento vibracional, que produce ondas balanceadas de energía, que hace
que la persona se sienta armónica y equilibrada, en una especie de éxtasis
dentro de su interior y sea capaz de afectar el campo al que se une con otras frecuencias
(seres sintientes) que son llamamos substancias secretas de mayor
dominancia que existen entodas la persona y los
resultados de su “realidad” se vean comprobadas de acuerdo a la
experiencia que etán vivenciando en su Aquí y ahora y esta al expandirla crea una sutil red de resonancia
con otros campos con los que se activa y al mismo tiempo comparte nueva información de esa recuerdo grabado de la Gran mente Universal, una vez adquirido y digerido ese nuevo conocer afectá directamente su entorno del cual se
nutre de nuevas posibilidades regrsando a su propia fuente de sabiduría conectada la pineal.
La Ciencia del siglo XXI explica desde la
física, la química y la biología, algo que desde hace décadas se nos decía
desde las Energías Superiores, según las últimas canalizaciones llegadas
durante el 2007, a través de Maestros Ascendidos, tanto la glándula pineal como
la pituitaria, unidas, constituyen el más alto portal vibracional del cuerpo
humano.Restar la total percepción de la visión nos mantuvo en la tercera
dimensión al enfocar en la materia y no usar el bizqueo para entrar en otras
dimensiones del Tiempo-Espacio. Si podemos llegar desde dos dimensiones de un
plano a ver y vivir 3 dimensiones, entonces desde las 3 dimensiones de la
materia física de nuestra realidad podremos alcanzar la visión y vivencia de la
quinta dimensión. Y comprenderemos como genios como DaVinci y Tesla podían
tener visiones y trasladarse a ver el futuro. Así como todas las perspectivas
mágicas de artistas como Escher y otros
que nos muestran que este mundo ilógico dimensional existe. Llegaremos a
comprender que si es posible que podemos hacer lo que le llaman milagros y llegar a caminar sobre el agua, ir de paseo a otros lugares que en nuestros sueños oniricos nos han señalado. Así que ahora que estamos recibiendo la influencia de las tormentas solares estan modificando la psicobiología humana, los
neurotransmisores que secreta la glándula pineal, el simbolismo del tercer ojo,
su relación con el Sol y el misterio del Ojo en la Pirámide, ya que la pineal produce
DMT un alucinógeno poderosísimo que nos adentra en otras dimensiones de nuestra
existencia que aún no está del todo activa, ya que solo podemos usarla de forma
inconsciente y al dormir. Nos pasamos un tercio de nuestra vida durmiendo.
Atender
los asuntos del mundo externo o indagar en las profundidades del ser , saber
cuál de los caminos tomar es un gran reto, pero hoy tenemos un poco de ayuda
escogiendo por donde andar. Hoy, las condiciones se activan para despertar la
glándula pineal, ese punto místico en la mente que tanto poder tiene y que
apenas ahora estamos redescubriendo. La pineal es conocida por muchas
propiedades, pero en una encrucijada como esta, es quizá el momento de llamarla
como le decían los antiguos maestros: El tercer ojo.